Alguna vez desee olvidarlo todo, sin importar a quien dejaría atrás. Pensé que en la vida era suficiente soñar. Siempre dije que nunca seria imposible volar, que jamás encontraría tropiezos y si los encontraba, los podría esquivar. Nunca imagine lo complicado de una realidad, la pesadez de caminar o lo irreal de lo perfecto.
Al volar tan alto en los sueños de mi mente, al enfrentar a la realidad y tropezar con mi vida, en cuestión de segundos caí. Nunca conté con caer tan bajo, nunca pensé caer sin poderme levantar. Siempre tuve un segundo plan, pero al estar tan segura de mi, di todo por sentado y olvide que algo podría salir mal. Ahora he quedado desorientada, sin saber que hacer o a donde ir. A los ojos de todos, había tomado un camino absurdo, donde todo era mentira y quizás hasta fantasía. Mientras yo con el poder de crear un mundo donde no existía, caí y tropecé con la realidad.
La realidad que temía encontrar!
Aquella que nace la esperanza de que todo se pueda arreglar. Es un tiempo tan finito, que desearía capturar en una cápsula de tiempo. Mi realidad, donde el tiempo ya no existe, y si existiera siempre otro y se lo a de llevar. Todo se interpone a un amor casi perfecto, siempre por el factor tiempo.
La mente me traiciono y me hizo ver todo con claridad. Cierto es, que ya nada importa, pues lo que importaba desvaneció en un sueño.
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